11 may 2008

MUJERES DE TANGO

Desde las primeras horas del tango, las mujeres estuvieron presentes en los espacios de esta cultura en marcha, en particular en el canto. Así es que, Lola Membrives, Azucena Maizani, Rosita Quiroga, Mercedes Simone, se casaron el tango y le dieron sus voces y sus almas.
Para la mayoría de la gente, sobre todo fuera de la Argentina, el nombre de Carlos Gardel representa la imagen del cantante de tango. Mucho más tarde el público europeo descubrirá una voz de mujer la de Susana Rinaldi.
Si bien antes de los inicios del tango-cancion, que se data con Mi noche triste en la voz de Gardel en 1917, encontramos cantantes hombres y mujeres, entre éstas: Pepita Avellaneda, Flora de Gobbi, Linda Thelma y otras, debemos situarnos después del éxito de Gardel para hablar de la historia del canto en el tango. Éste produjo un número increíble de cantantes. Es normal, ya que la palabra es muy importante en su seno. La población porteña, en muy fuerte proporción compuesta de inmigrantes europeos de fresca data así como de hombres que venían de la campaña, tenia la necesidad de comunicar, decir lo que sus tripas contenían, deseos, recuerdos, expectativas, lágrimas y risas.
Los tiempos de gran evolución popular del tango, de afirmación en el espacio de la ciudad, Buenos Aires, corresponden al éxito que tiene el baile, que eran animado por orquestas en las cuales el cantante era una parte fundamental.
Así decenas de voces, espléndidas voces de distintos registros, surgían y encantaban al público. Después de los primeros cantantes: otros poblaron los espacios tango: Fama, Maida, Chanel, Beron, Fiorentino, Chanel, Castillo. Puis Angelito Vargas, Julio Sosa, Jorge Sobral, Raul Lavié...
¿Y las mujeres? y bien, ellas estaban presentes pero no en los bailes. Ahora bien el baile implicó al tango durante más de dos décadas. Encontramos en esas épocas grandes figuras femeninas, algunas extremadamente populares, como Libertad Lamarque y Tita Merello. Pero cantaban en teatros o en películas, y a veces en público. El contacto era diferente, lo que no impidio que algunas sean figuras muy apreciadas del público tanguero.
Seguir la historia de las cantantes de tango nos permite explorar y conocer otras zonas de esta cultura. El baile fue demasiado importante en el imaginario colectivo, sobre todo fuera de la Argentina. Así pues, a parte Piazzolla, el público que se interesa escucho hablar de Gardel, de Canaro, Pugliese, Di Sarli.... , pero poco o nada de Virginia Luque, Rosanna Falasca o Alba Solis, entre otras.
Sólo recientemente se ven sobre los escenarios cada vez más cantantes femeninas, a veces que viven en el país donde se producen (como en Franciacon Sandra Rumolino, Susana Blazko, Haydée Alba, Debora Russ y otras más), y aquéllas que se produjeron en espectáculos, como Lidia Borda, Adriana Varela, Susana Rinaldi.

Hoy el lugar de las mujeres en el tango es más importante que en otras épocas. ¿Qué debemos deducir de esto? Probablemente que ellas ocuparon espacios de expresión más abiertos, más libres. Los cantantes, a partir de los años '30 se encontraron sobre todo cantantes de baile y sólo en los años '60 escuchaba a un Julio Sosa un público casi ajeno al tango y que sobre todo no lo practicaba.
Después de Mercedes Simone que puso un pié y su voz en un medio naciente, muy masculino, un poco canalla, las cantantes ocuparon otras escenas que la del baile y allí se impusieron. Como lo dijimos, fue en la pantalla TV y en teatros que Lamarque, Merello y muchas otras, alcanzaron la gloria.
Luego de los años '60 las mujeres ocuparon el espacio del tango para decir la época y la sociedad que las rodeaban. La gran artista, poeta y cantante, Eladia Blázquez aportó una aire fresco al tango, diciendo la modernidad de su ciudad y su país, con una voz renovada, con una poesía innovadora y comprometida. Las mujeres son probablemente las que más han pegado a la realidad histórica y/o social de la Argentina.
Una Adriana Varela o una Rosanna Falasca, incluso incorporando en sus repertorios tangos tradicionales, aportan otro enfoque, otra relación entre escucha y tango. Y Amelita Baltar, la segunda esposa de Astor Piazzolla que popularizó las poesías de Horacio Ferrer, este poeta tan importante en la nuevas maneras de decir la musica ciudadana.
Actualmente cantantes como Julia Zenko, Lidia Borda tanto y tanas otras talentosas jovenes, revisitan el tango y lo restauran, libres de no tener que cantar sobre todo para el baile, pero de las que a veces encuentramos sus voces en el espacio del milonga.
La riqueza y el nuevo enfoque que las voces de las mujeres aportan a esta cultura que tanto nos gusta son muy claros y muy importantes.
No olvidamos el talento de una Virginia Luque, que en los años TV, cuando se hacia raro el baile, canto un tango bien tradicional, un tango de baile para un público que no bailaba y que era mayoritario a escucharla. Gracias a ella, como a unJulio Sosa, la canción tango, incluso tradicional siguió siendo viva.
Y la gran Maria Graña que realizó un trabajo muy importante en la canción, con un repertorio tradicional invitando artistas, músicos y cantantes, dando otro estilo a los grandes temas del tango, y recientemente con un trabajo más actual, en plena renovación.
Las cantantes en el tango nos ofrecen una lectura muy extensa del recorrido de esta cultura que supo crecer y seguir siendo creativa y fuerte, incluso cuando necesito atravezar tiempos de vacas flacas. Esta cultura que toca, sin embargo, tanto sensibilidades en el mundo. No sé si se puede decir que el lugar que la mujer conquistó en la sociedad occidental favoreció el lugar de la cantante en el tango. Probablemente hay allí algunas causas. Pero pienso que se puede decir que la sociedad más bien machista de entonces dejó poco lugar a la mujer en el baile, pero no asi en el cine o en el teatro, donde ocupo lugares destacados. Lo que nos parece nos revela la presencia de las mujeres en la canción tango es su correspondencia con el contexto sociológico, y puede ser porque al haber sido menos dependientes del espacio de la baile, ellas han navegado mejor a traves de los tiempos en que éste estaba en su peor momento.
Fieles al tango, seguramente quisieron tener su lugar, ser aceptadas en este universo que eligieron y amaron, ellas estuvieron muy próximas a todas las formas de poesías que han venido a decir el hoy. Se impusieron, se instalaron, y sin duda alguna permanecerán adelante de la escena para aun un buen trecho de historia.
He aquí una breve discografía que quiere ser solamente un enfoque y un descubrimiento parcial, pero significativo y representativo.
Discografía:
Rosanna Falasca: Los tangos de mi ciudad y mi gente
www.musicargentina.com/fr/cd-tango-ecouter/los-tangos-de-mi-ciudad-y-mi-gente.html
Ada Falcon: Tangos y valses
www.musicargentina.com/fr/cd-tango-danser/tangos-y-valses-ada-falcon.html
Maria Graña: Maria
www.musicargentina.com/fr/cd-tango-ecouter/maria-grana.html
Libertad Lamarque: 100 años
www.musicargentina.com/fr/cd-tango-danser/libertad-lamarque-100-anos.html
Virginia Luque: Virginia
www.musicargentina.com/fr/cd-tango-danser/virginia.html
Tita Merello: Con el tango en el alma
www.musicargentina.com/fr/cd-tango-danser/con-el-tango-en-el-alma.html
Suana Rinaldi: A Homero Manzi
www.musicargentina.com/fr/cd-tango-ecouter/a-homero-manzi.html
Sandra Rumolino: Automne
www.musicargentina.com/fr/cd-tango-ecouter/automne.html
et: Por la vuelta
www.musicargentina.com/fr/cd-tango-ecouter/por-la-vuelta.html
De musicargentina.com
(Es una aportación de Guillermo Dorado para "Tango en Jerez")

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